INFORMATICA JURIDICA
I.
LEY SOPA
La Ley SOPA (Stop
Online Piracy Act) es un proyecto de ley que extiende las competencias del
Departamento de Justicia de Estados Unidos para combatir el tráfico online de
contenidos.
El Stop Online Piracy Act (español: Cese a la piratería
en línea) también conocido como Ley SOPA o Ley H.R. 3261; es un
proyecto de ley presentado en la Cámara de Representantes de los Estados Unidos
el 26 de octubre de 2011 por el representante Lamar S. Smith, y un grupo de
copatrocinadores bipartidario formado inicialmente por 12 miembros.
El proyecto de ley
extiende las competencias del Departamento de Justicia de los Estados Unidos y
amplía las capacidades de los propietarios de derechos intelectuales para combatir
el tráfico online de contenidos y productos protegidos, ya sea por derechos de
autor o de propiedad intelectual.
Entre estos se pueden
contar, por ejemplo, música o canciones, películas, libros, obras artísticas y
productos copiados o falsificados que no tributan las correspondientes tasas a
los propietarios de sus derechos de autoría o invención.
El proyecto de ley
originalmente propuesto permite que tanto el Departamento de Justicia de los
Estados Unidos, como los propietarios de derechos intelectuales, puedan obtener
órdenes judiciales contra aquellos sitios de Internet que permitan o faciliten
la violación de los derechos de autor. Dependiendo de quién sea el que solicite
la orden judicial, las acciones previstas contra el sitio web podrían incluir:
Restricción al acceso
a empresas que brindan un servicio de facilitación de pago tales como PayPal o
que ofrecen dinero a cambio de colocar publicidad online.
Restricción en los
buscadores que vinculan con tales sitios.
Requerimiento a los
proveedores de internet, para que bloqueen el acceso a tales sitios.
El proyecto de ley
convierte en un crimen al streaming no autorizado de contenidos protegidos por
copyright (derecho de copia), y prevé una pena máxima de cinco años de prisión
por cada diez piezas musicales o películas descargadas dentro de los seis meses
desde su estreno.
El proyecto además
brinda inmunidad a todos aquellos proveedores de Internet que voluntariamente
lleven a cabo acciones contra tales sitios haciendo además responsable al sitio
web infractor de cualquier daño producido al titular de los derechos, incluso
sin tener que demostrarlo.
Quienes proponen la
ley afirman que protege el mercado de la propiedad intelectual y su
correspondiente industria, trabajos e ingresos, y que es necesaria para
reforzar la aplicación de las leyes de derechos de autor, en particular contra
los sitios web extranjeros.
Citan ejemplos como el del acuerdo judicial de 500
millones de dólares al que llegó Google con el Departamento de Justicia por su
papel en una campaña publicitaria dirigida a los ciudadanos estadounidenses que
alentaba a los consumidores a comprar drogas de prescripción ilegal en
farmacias online de Canadá. Los opositores argumentan que la ley infringe los
derechos de la Primera Enmienda, que es censura en Internet, que lisiará a
Internet, y será una amenaza para la denuncia de irregularidades y otras
muestras de libertad de expresión.
El Comité Judicial de la Cámara mantuvo audiencias sobre la ley SOPA el
16 de noviembre y el 25 de diciembre de 2011.
El comité tiene
programado continuar con el debate cuando el Congreso retorne de su receso
invernal.
II.
LEY
PIPA
La
iniciativa de ley PIPA (Preventing Real Online Threats to Economic Creativity
and Theft of Intellectual Property Act) es otra propuesta que busca otorgar más
herramientas para identificar a los poseedores de "sitios web de vándalos
dedicados a infringir o traficar con contenido".
Esta ley, originalmente planteada en mayo de 2011, es apoyada por más de
40 legisladores estadounidenses, organizaciones y empresas como la Motion
Picture Association of America, la Directors Guild of America, la American
Federation of Musicians, el Screen Actors Guild y otras firmas como Viacom y
NBC Universal.
En contra de esta ley están Mozilla, eBay, Yahoo, American Express,
Google, Twitter y Foursquare, entre decenas de compañías tecnológicas.La
votación para aprobar esta ley está programada para el próximo 24 de enero.
Las compañías de medios
siempre están buscando formas de combatir la piratería. Han probado denunciando
a usuarios individuales, haciendo que los proveedores de servicios de Internet
(ISPs) tomen medidas contra sus propios suscriptores, y colaborando con el
gobierno de los Estados Unidos. Pero ninguna de estas acciones ha detenido que
sitios en otros países, como The Pirate Bay y MegaUpload sigan ignorando el
copyright, ni han prevenido a los usuarios de Internet de acceder a dichos
sitios.
Entonces apareció la SOPA,
en el Congreso de los Estados Unidos, y la PIPA, en el Senado. Ambos proyectos
están apuntados a sitios web de otros países que infringen el material
protegido. Ambas propuestas suelen asociarse a la piratería de medios, pero
también se aplican a contrabando de productos para el consumo y medicamentos.
En un inicio, ambas propuestas brindaban dos
métodos para combatir la violación de copyright en sitios web extranjeros. En
un método, el Departamento de Justicia de los Estados Unidos podía pedir
órdenes judiciales para pedirle a los proveedores de servicios de Internet que
bloqueen los nombres de dominio de los sitios infractores. Por ejemplo, Comcast
podría impedir que sus usuarios ingresen a thepiratebay.org, aunque la
dirección de IP detrás del dominio todavía sería accesible. Esta provisión de
bloqueo por ISP fue una de las mayores preocupaciones entre expertos en
seguridad en Internet, y tanto SOPA como PIPA la terminaron abandonando.
La otra herramienta
permitiría a los titulares de derechos solicitar órdenes judiciales pidiendo a
los proveedores de pago, anunciantes y motores de búsqueda que dejen de hacer
negocios con los sitios infractores. En otras palabras, los titulares de
derechos podrían solicitar que se corte el financiamiento al sitio web
infractor, y que los enlaces de búsqueda a ese sitio sean retirados. El sitio
en cuestión tendría cinco días para apelar cualquier acción llevada a cabo.
Aunque las propuestas
presentadas en el Congreso y el Senado son similares, SOPA es la más extrema de
las dos. Define a un “sitio extranjero infractor” como cualquier sitio que está
“cometiendo o facilitando” la violación de copyright, y en cambio PIPA se
limite a sitios con “ningún otro uso significativo que” infringir contra el
derecho de autor. Hay más detalles sobre SOPA y PIPA en la Biblioteca del
Congreso estadounidense.
Argumentos a favor y en contra de SOPA y PIPA
Los opositores a SOPA y
PIPA creen que ninguna de las legislaciones hace lo suficiente para proteger al
denunciado de falsas acusaciones. Como explica la Electronic Frontier
Foundation, las provisiones en el proyecto otorgan inmunidad a los procesadores
de pago y redes de publicidad que bloquean a los sitios basados en un indicio
razonable de infringimiento, de forma que, aunque los alegatos resulten ser
falsos, sólo el sitio web sufre. “El estándar para inmunidad es increíblemente
bajo y el potencial para que abusen de ella se sale de proporción”.
Mientras tanto, los sitios
que alojan contenido generado por los usuarios sentirán la presión de
monitorear de cerca el comportamiento de sus miembros. Dicho monitoreo ya
ocurre en sitios grandes como YouTube, pero podría ser un gran gasto para las
empresas que recién comienzan.
III.
EL CIERRE DE MEGAUPLOAD
El
dominio megaupload.com atrajo por lo menos 10 millones de visitas en 2008 de acuerdo
con un estudio de Compete.com. El servicio básico se encontraba
disponible de forma gratuita y permitía a los usuarios subir archivos de hasta
2 GB. El
usuario libre no podía descargar archivos de más de 1 GB,
sin embargo el usuario registrado podía descargar 100 GB de archivos
almacenados.
Cualquier
archivo subido por anónimos expiraba si no había descargas en más de 21 días
(los subidos por usuarios gratuitos, 90 días, y los subidos por Premiums,
nunca). En un primer momento, los usuarios debían rellenar un texto basado en captcha al descargar un archivo, más tarde se
eliminó este. Hasta fecha reciente, los usuarios no registrados debían esperar
unos 60 segundos en la cola de la descarga, mientras que los usuarios con un
registro gratuito tenían que esperar 25 segundos; más tarde, después de una
remodelación en la página de descargas, se eliminó el límite de tiempo. Ambos
debían esperar una cierta cantidad de tiempo entre las transferencias después
de que una cierta cantidad de megabytes se hubiera descargado desde los
servidores de Megaupload. Mediante pago se podía obtener una cuenta Premium,
que otorgaba una amplia gama de privilegios, tales como no esperar ninguna cola
de archivos, realizar más de una descarga de forma simultánea, usar el programa
Mega Manager en su totalidad (sin restricciones), subir archivos protegidos con
contraseña, un espacio online ilimitado para subir sus archivos y no tener
restricciones de ningún tipo al subir archivos, entre otras.
Suspensión
El 19 de enero de 2012,
el FBI provocó
el cierre del portal, motivado por las acusaciones de infracción de derecho de
autor, generó 175 millones de dólares en gastos legales y se alegaron 500
millones de dólares de pérdidas por derechos de autor, en un informe del
Departamento de Justicia de Estados Unidos. Fueron arrestadas siete
personas en los Estados Unidos y cuatro de sus directivos en Nueva Zelanda, entre
ellos el fundador, Kim Schmitz, Finn Batato y Mathias Ortmann, de
ascendencia alemana, y
el neerlandés Bram van der Kolk. Los acusados
podrían enfrentar una pena de hasta 50 años en prisión.
Además, millones de usuarios
alrededor de todo el mundo protestaron a través de la página en Facebook del FBI colocando mensajes
como:Megaupload is Free (Megaupload es libre). Este
organismo sin previo aviso eliminó su página. Y todo esto a un día de la
suspensión de la polémica ley S.O.P.A. por
lo que el FBI desmintió que tuviera relación ese proyecto de ley con el
cierre. El Departamento de Justicia norteamericano difundió un comunicado
informando sobre el asunto, que ha sido subido a la web por uno de los
fundadores del servicio.
Hay que añadir que
Megaupload planeaba lanzar un servicio de música llamado Megabox prescindiendo
de las discográficas e intermediarios. De esta manera los artistas percibirían
el 90% de los ingresos y Megaupload el 10% restante.